“Autismo: una forma diferente de percibir y experimentar el mundo”. José Bernardo
La Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2007, decidió declarar al 02 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con la finalidad de reconocer y apoyar a la mejora de las condiciones de vida y cumplimiento de los derechos de los niños, adolescentes y adultos que presentan esta condición.
Al Trastorno del Espectro Autista (TEA) se lo define como “la dificultad persistente en el desarrollo del proceso de socialización (interacción social y comunicación social), junto con un patrón restringido de conductas e intereses, dentro de lo cual se incluyen restricciones sensoriales” (Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia de Chile, 2017, p. 17), características que se encuentran presentes desde edades tempranas y que requieren ser diagnosticadas e intervenidas oportunamente.
Según la página oficial del Ministerio de Salud del Ecuador, el TEA se encuentra catalogado dentro de las “discapacidades no visibles”, es decir, en muchos de los casos, no evidente a simple vista, pero que sin embargo quien la padece y su familia, corren mayor riesgo de sobrellevar exclusión y discriminación.
Al relacionarnos con una persona con autismo, tengamos en cuenta ciertas consideraciones generales:
Realizado por: Mgst. Cayetana Palacios Álvarez
Referencias digitales:
Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia de Chile, revista ed. 174, 2017