Mucho se habla del juego como diversión o ayuda para liberar presión o estrés, que se da en los niños desde los 3 años en adelante, pero muy poco se ha dicho sobre el juego como aprendizaje.
El juego es también parte de un aprendizaje, el desarrollo de las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental. Si bien el aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, en la primera infancia se origina con una rapidez que nunca se igualará.
La educación preescolar constituye la parte central del período de la primera infancia, y son los que fundamentan el éxito tanto en la escuela como después de esta.
Según la UNICEF El juego constituye una de las formas más importantes en las que los niños pequeños obtienen conocimientos y competencias esenciales. Este aprendizaje también es desde casa, jugar con ellos en diferentes espacios y temáticas favorece a su desarrollo, autonomía y a su colaboración en el núcleo familiar.
Las actividades que se planteen en un principio deben ser de manera libre y espontánea e ir poco a poco dirigiendo el juego hasta lograr un juego guiado. Mediante este reforzamos seguridad en sí mismo y el mundo que le rodea, entrenan destrezas y habilidades y así crear sus propios significados y enfrentarse a situaciones cotidianas.
Como padres podemos seguir estas pautas para compartir y contribuir al desarrollo de nuestros hijos:
Lo más importante es el compartir de las vivencias que se van dando a través del juego con los hijos, ellos llevaran grandes aprendizajes y sobre todo llenaran su corazón de recuerdos inolvidables.
Fuente:
Aprendizaje a través del juego
El valor del juego como herramienta de aprendizaje