El devenir de la vida actual y sus constantes exigencias, involucra que padres y madres con objetivos de realización profesional, personal, económica… se vean en la obligación de encargar el cuidado de los hijos a terceras personas, siendo una de las opciones los abuelos.
Generaciones de personas hemos sido criados y atendidos por ellos, quienes con aciertos y errores han desempeñado el papel de “cuidadores”, lo que obviamente ha traído y trae consigo grandes desafíos.
El rol de los abuelos en la crianza de los nietos cumple un papel muy significativo, en donde entran en juego la sabiduría conseguida por los años de experiencia, sumada en muchos casos a grandes dosis de paciencia, abnegación, amor y ternura.
Si bien los abuelos con la mejor de las intenciones colaboran en la crianza y educación de los nietos, ésta no es su obligación, así como tampoco tienen compromiso directo sobre la conducta, hábitos y habilidades de los mismos, éstos son y siempre serán de responsabilidad absoluta de los progenitores del niño.
Con la finalidad de evitar la desautorización, confusión o contradicción en cuanto al manejo de los niños y considerando las necesidades de éstos, es necesario que los padres lleguen a acuerdos y asuman medidas conjuntas con los abuelos, con respecto a exigencias, normas, reglas a aplicarse, de esta manera se establecerán parámetros claros de conducción dentro de un ambiente armónico y equilibrado, en el cual todos resulten beneficiados.
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Autora: Mgst. Cayetana Palacios Álvarez