Parafraseando a García (2007), el pie plano es una disminución del arco plantar, en la cual la persona camina solamente con la planta del pie, dificultando su marcha, para lo cual es necesario estimular para lograr una posición correcta, es decir apoyar solamente la punta, el talón y el borde externo.
El pie plano es normal en los infantes debido a que presentan una almohadilla de grasa en la parte interna de la planta o porque los tejidos llamados tendones sostienen las articulaciones y se encuentran débiles.
A medida que los niños crecen los tejidos se tensan y forman el arco plantar, esto se da a partir de los 2 a 5 años. Según el Dr. Garcia Foncecha (2017), existen dos tipos de pies planos.
Flexible: “Cuando el niño se pone de pie y apoya su peso, el puente se hunde y el talón se desvía hacia afuera”. (García, 2017 pág. s/n)
Esta posición se evidencia cuando el infante está sentado o en puntas de pie pero desaparece cuando está de pie, se considera normal en los primeros años de vida
Rígido: “Se caracteriza porque existen uniones anómalas entre los huesos del pie, ello provoca una deformidad con menor altura del arco longitudinal y una desviación en valgo del talón” (García, 2017 pág. s/n), esto no cambia con la edad y puede necesitar cirugía en casos extremos si presenta muchos síntomas.
Existen varios ejercicios para estimular el desarrollo de la musculatura propia del pie, que se pueden ejecutar tanto en la escuela como en casa.
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Estas estrategias evitan el dolor, la sensibilidad, calambres, especialmente en la parte inferior de los pies, piernas y la inclinación del talón hacia afuera; los ejercicios son de fácil ejecución y mejoran la marcha y de manera general el desarrollo motriz grueso.
Recopilado por: TF Alexandra Gutiérrez
Referencias bibliográficas y digitales: